Carrasco: “El no a las enmiendas del PP es una nueva bofetada en la cara de los vecinos”
La portavoz del Grupo Municipal Popular recuerda que las 30 propuestas para incorporar en los presupuestos municipales de 2019 son reclamaciones planteadas por los propios vecinos y colectivos profesionales, como el de la Policía Local.
Archivo de audio:
La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, ha afirmado hoy que el “no” del equipo de gobierno a las 30 enmiendas del PP para los próximos presupuestos municipales del vigente año 2019 profesionales, “vuelven a darles una bofetada en la cara a los vecinos”, puesto que estaban basadas en las aportaciones que nos habían realizado los propios vecinos de la ciudad, a través de asociaciones y entidades, así como colectivos profesionales, caso de la Policía Local. Así lo ha explicado hoy en una comparencia ante los medios de comunicación, en la que ha estado acompañada del portavoz adjunto Juan José Pérez Macián, y el concejal Carlos Feliu.
Carrasco critica que aumenta el gasto de personal, pero no aumentan ni los servicios ni las inversiones que percibirán los castellonenses, ni tampoco bajan los impuestos.
“Este equipo de gobierno ni está, ni se le espera, y va a terminar la legislatura con más pena que gloria. Ayer mismo, veíamos cómo a pesar de que el bipartito asumía las enmiendas presentadas por Castelló en Moviment para conseguir su sí a las cuentas, cada uno tomaba distancias con respecto a sus propios socios de gobierno y el acuerdo salía adelante porque el presidente de la comisión activa su voto de calidad”, afirma. “Hoy más que nunca, el ayuntamiento que gestionan PSPV y Compromís, con el apoyo de Castelló en Moviment, es la Casa de los Líos”, ha añadido: “El equipo de gobierno está todo el día mirando de reojo lo que hacen sus supuestos socios, en lugar de dedicarse a trabajar, que es lo que piden los vecinos. Y así, normal que los asuntos no salgan adelante y que el atasco de expedientes y proyectos sea monumental en el Ayuntamiento”.
La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, ha insistido en que “estos presupuestos llegan tarde, y mal. Y que PSPV y Compromís vuelve a fallar en la forma, y en el fondo. En la forma, porque tratan de simular transparencia y participación en cada una de las acciones que hacen, pero es todo un espejismo. Y en el fondo, porque estos presupuestos siguen siendo absolutamente improductivos y sectarios para los castellonenses”.
Begoña Carrasco ha basado su justificación en aspectos del presupuesto que el bipartito pretende aprobar con el apoyo de Compromís en que “desde el año 2015, último año de gobierno municipal popular, el presupuesto ha pasado de los 163,15 millones de euros a los actuales 181,15 millones de euros. Un 11 % superior, 18,67 millones más. Eso representa que el coste del Ayuntamiento para cada castellonense ha pasado de 938 euros a 1.064 euros, 125 euros más al año paga cada castellonense con este tripartito”.
Asimismo, “el capítulo de personal ha pasado de representar en 2015 el 60,04% de los gastos corrientes hasta los 64,83% del presupuesto 2019. Es decir, se incrementa en un 5% el gasto en personal, un incremento que no se traduce en una mejora de los servicios a los ciudadanos, que se quejan de que la ciudad por ejemplo está más sucia que nunca, ni se están haciendo inversiones de calado. Todo lo que hay hasta la fecha son proyectos virtuales”.
Por otro lado, Carrasco ha afeado el anuncio de que el Ayuntamiento vaya a pedir un presupuesto de “7 millones de euros que va precisamente a pagar las obras que deben realizar otra administración, la Generalitat Valenciana: 1,7 millones para pagar la reforma de la antigua Audiencia de Castellón, y el resto a pagar las obras en los colegios Vicent Marçà, Herrero y Elcano. Sí, a esas obras, pero que las pague quien las ha de pagar. No solo no recibimos las inversiones, sino que encima nos cuesta dinero del bolsillo de los castellonenses”.
Asimismo, “siguen siendo unos presupuestos sectarios porque se mantienen 80.000 euros para derribar la Cruz del Ribalta y que se contemplan 22.500 euros para la modernización del Código Etico, ese que se niegan a cumplir cuando les afecta a ellos y que ha obligado a dimitir a la vicealcaldesa”.
“Y todo sin bajar impuestos de manera efectiva, o no en la medida que sería posible. Y lo digo con datos: Los ingresos por impuestos directos, indirectos y tasas, esto es, los ingresos propios recaudados por el ayuntamiento, supone que cada vecino ha pasado de pagar 697 euros a pagar 742 euros”, mientras “los gastos de protocolo, publicidad y autobombo, se incrementan en 331.400 euros, y ya suman más de un millón y medio de euros, que salen del bolsillo de todos los castellonenses”, ha concluido.
