Carrasco: “Marco lo ha vuelto a hacer. Ningunea a los vecinos y el Grupo Lourdes ya es un barrio aislado por la mala planificación de las obras”
Recuerda que los residentes en este grupo periférico ya se opusieron a un proyecto que corta un sentido de la avenida Gran Vía y que impide la entrada y salida de los residentes, además de ser muy peligrosa para el tráfico rodado.
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La alcaldesa de Castellón Amparo Marco ha vuelto a hacer caso omiso a las reivindicaciones vecinales y se confirman los peores temores para los castellonenses que residen en el Grupo Lourdes, que ven “con rabia e impotencia cómo se van a quedar aislados y sin accesos por la construcción de un carril bici que el bipartito del PSPV y Compromís está metiendo con calzador, con un coste de 800.000 euros, y sin pensar en alternativas técnicas más favorables”.
Además de las molestias y peligro para la circulación vial, las obras ya han generado graves daños físicos a dos personas mayores por la caída de un vecino en la vía pública y por el derribo del muro de una vivienda por la máquina que trabaja en la zona.
Así lo pone de manifiesto la portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, quien ayer realizó una visita al Grupo Lourdes, acompañada del diputado provincial Luis Rubio, para comprobar in situ “la gran chapuza que el Ayuntamiento de Castellón está haciendo en el barrio, ninguneando una vez más a los vecinos”. “Unas obras que para más perjuicios ya han causado daños personales y materiales muy graves en dos vecinos: uno por la caída en la vía pública de un vecino como consecuencia de las obras, por la que tuvo que recibir varios puntos de sutura en la frente, además de otras magulladuras; y de un brazo y una costilla rota, como consecuencia de la rotura del muro de una vivienda de esta zona”, denuncia.
El Grupo Municipal Popular recuerda que ya en mayo llevó a cabo una recogida de firmas y presentó una moción al pleno instando a socialistas y nacionalistas a que no se ejecutara tal cual estaba diseñado el proyecto de carril bici en el Grupo Lourdes. Seis meses después, vemos cómo la avenida Gran Vía Tárrega Monteblanco pierde una de sus direcciones a mitad del eje, de manera que los vehículos se enfrentan de cara, “una situación que a simple vista ya vemos que resulta muy peligrosa desde el punto de vista de tráfico”. “Lo que era una salida y entrada alternativa a la ciudad, se ha convertido en un cuello de botella, ya que obliga a los vehículos a rodear todo un polígono y salir a la saturada avenida Valencia para que los vecinos puedan llegar a sus casas o simplemente salir a la N-225 en dirección a la autovía del Puerto y la antigua N-340”.
“Es el peor de los proyectos que podían tener los vecinos de Castellón. La ejecución de este carril bici, tal y como advertimos es nefasta. No entendemos cómo se retranquearon los edificios de la avenida Gran Vía en puntos como el Consorcio Provincial de Bomberos o la sede de la empresa de autobuses precisamente para que la calzada se pudiese ampliar, y en lugar de eso, la alcaldesa lo que ha hecho es reducir la calzada encasquetando un carril bici que es un peligro para peatones, para vehículosa y para los propios ciclistas, o para la circulación de los autobuses, que a partir de ahora frenarán el paso de los coches”, lamenta.
“Esto es lo que ocurre cuando el bipartito no ha hecho nada en cuatro años, y ahora les entran las prisas por inaugurar. Evidentemente, lo más fácil es pintar unas rayas en el suelo y crear carriles bici, pero es intolerable que se haga aislando a los vecinos de todo un barrio o generando peligro y cuellos de botella en la seguridad vial.
No solo se ha se ha perdido un sentido en la Gran Vía de Castellón, que deja de hacer honor a su nombre, sino que la continuidad del vial que va del Grupo Lourdes al Grupo San Andrés también pierde un sentido de circulación, de manera que los vecinos de este barrio periférico también van a tener que dar un gran rodeo “por hacer las cosas rápidas y mal”.
DOS VECINOS CON GRAVES LESIONES
Las obras del carril bici en el Grupo Lourdes no solo han generado malestar en el conjunto de los vecinos del barrio, sino que además han tenido como consecuencia dos lesiones físicas muy graves y daños materiales en dos residentes. Así, Begoña Carrasco aprovechó su visita al barrio para interesarse por el estado de salud de Vicente Bagán Bou, un hombre de 87 años, que el pasado viernes cayó en plena calle al tropezar con las obras que se están ejecutando en el barrio, requiriendo varios puntos de sutura en la frente, además de una fuerte hemorragia y otras magulladuras. Vicente tuvo que ser atendido en primera instancia y urgentemente por miembros del consorcio de bomberos, alertados por el accidente.
La esposa de Vicente también ha sufrido un grave percance como consecuencia de las obras del carril bici. Y es que Humilde Ángel Bellés, de 86 años, tiene el brazo y una costilla rota como consecuencia de la caída que sufrió en su propia casa, ya que mientras estaba en su sala de estar, una máquina de las que trabajan en la zona golpeó el muro de su vivienda, derribando parte del mismo y lanzándola al suelo, motivo por el cual sufrió las dos fracturas.
“Nadie del Ayuntamiento se ha interesado por ellos. Este es el equipo de gobierno que tenemos en Castellón. Un PSPV y Compromís que no escucha, que no atiende las demandas vecinales, que pisotea los derechos de los castellonenses y, encima, les genera daños físicos y perjuicios sin que se preocupen lo más mínimo de atender las malas consecuencias de sus pésimas decisiones políticas”, concluye. El Grupo Popular lamenta que “una actuación que costará más de 800.000 debería servir para unir personas y no para separarlas más”, denuncia Carrasco, que concluye que “una vez más, PSOE y Compromís han perdido la oportunidad de escuchar a los vecinos, a los que continuamente dejan de lado.